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JOYCE JOHNSON
14:18
A buen seguro, a lo largo de
nuestra vida hemos oído hablar muchísimo sobre los autores de la generación beat. Desde que Allen Ginsberg levantara
la voz de este movimiento con su apabullante Aullido hasta nuestros días, la leyenda de esta generación de
escritores que transgredía los límites de la sociedad americana de los años 50
a golpe de alcohol, drogas y libertad sexual no ha parado de crecer. Sin
embargo, poco sabemos de las mujeres que vivieron y crearon bajo el paraguas
agujereado de este movimiento. Tal vez, la más tristemente célebre de todas
ellas fuera Joan Vollmer Adams, que acabó con un tiro en la cabeza, disparado
por su esposo William Burroughs, mientras jugaban borrachos a Guillermo Tell
con un vaso sobre la cabeza de Joan, con un arma en la mano de William.
No obstante, hubo numerosas
escritoras beats que fueron duramente
reprimidas por la sociedad conservadora de EE.UU. Su discurso rebelde,
transgresor y libertario, sus adiciones, su vida tan alejada de la moral
convencional, su reivindicación de la libertad sexual chocaba en aquella
sociedad aún más en ellas que en sus compañeros de generación, los cuales
también tuvieron que enfrentarse a la rudeza de las autoridades. Algunas de estas
escritoras y poetas son: Elise Cowen, Diane di Prima, Diane Wakoski, Leonore
Kandel, Marge Piercy y Denise Levertov.
Joan escribió otras tres novelas
destacables Come and join the dance
(1962) que ha sido reconocida por especialistas como la primera novela beat escrita por una mujer, Bad connections (1978) y In the night cafe (1987). También
publicó un trabajo de investigación periodística, What Lisa knew: the truths and lies of the Steinberg case (1989)
así como artículos y relatos de ficción para las revistas: Harper´s, Harper´s Bazaar,
New York, The New York Times Magazine, The
New Yorker, Vanity Fair y The Washington Post. Asimismo fue
profesora de escritura en la Universidad de Columbia, donde ella misma estudió
y en la que conocería a la poeta Elise Cowen, quien la introduciría en el
círculo beat. De igual forma impartió
clases en la Universidad de Vermont y en la de Nueva York.
Johnson fue una niña rebelde.
Con tan solo 13 años ya se la podía ver frecuentando la bohemia neoyorkina en
el downtown. Allí se hablaba de cosas
prohibidas en casa: sexo, filosofía, poesía, inconformismo… A los 18 se atrevió
a independizarse en una época donde la mujer tenía que pasar de la protectora
mano del padre a la del marido. Sin embargo, ella rompió con eso y con 21 años
consiguió publicar su primera novela. Todo un mérito. No obstante siempre ha
sido conocida como “la novia de Kerouac”. Como ella misma dice en una
entrevista concedida a El país en 2008: “Para mí es una frustración que se me
asocie a él constantemente porque llevo toda la vida escribiendo”. “Firmé mi
primer contrato editorial para publicar mi primer libro, Come and join the dance con 21 años, algo insólito en los 50. Soy
escritora, y no creo que Personajes
secundarios sea el mejor de mis ocho libros. El tiempo ha pasado, y creo
que ha madurado mi manera de escribir, pero la gente está obsesionada con estas
memorias y nadie sabe verme de otra forma, unida para siempre a Kerouac, la
eterna novia de Kerouac”. No obstante, para ser justos, hay que decir, que
intencionadamente o no, Johnson ha seguido escribiendo acerca del escritor
escribiendo su biografía en 2012, Kerouac,
the voice is all: the lonely victory of Jack Kerouac. En cualquier caso, merece la pena acercarse a
esta autora, que tiene su propia voz beat.
A la espera de que traduzcan al español alguna de sus otras novelas, una buena
forma de hacerlo es leer Personajes
secundarios.
“La Vida Auténtica era sexual. O, más bien,
parecía adoptar la forma del sexo. Y el sexo era el campo en el que vivir l
aventura más arriesgada, un campo en el que podías adentrarte o no. El deseo
era una cuestión menor. El sexo era como un castillo prohibido cuyo nombre no
se podía ni siquiera pronunciar en mi casa, tan temido era su poder. Sólo
manteniéndose siempre alerta se libraba uno de quedar atrapado en su campo
magnético. La alternativa: invadir el castillo y hacerse con el poder que
alojaba. Tengo la impresión de que me lo estoy perdiendo Todo”.
Joyce
Johnson. Personajes Secundarios.
Libros del Asteroide.
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