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MARUJA MALLO
14:53
El surrealismo hecho mujer. "Tú, tú que
bajas a las cloacas donde las flores más flores son ya unos tristes salivazos
sin sueños y mueres por las alcantarillas que desembocan a las verbenas
desiertas para resucitar al filo de una piedra mordida por un hongo estancado,
dime por qué las lluvias pudren las hojas y las maderas. Aclárame esta duda que
tengo sobre los paisajes. Despiértame." Rafael Alberti, "Ascensión de Maruja Mallo al subsuelo", Gaceta
Literaria 61, 1929
Despiértame
a mí también Maruja Mallo, despiértanos a todos. Queremos abrir los ojos en uno
de tus cuadros, dejarnos llevar por la sensual geometría de tus perfectas caracolas.
¿Quién
fuiste Maruja Mallo? ¿Por qué los libros de texto te han olvidado?
Queremos
soñar contigo y con tantas como tú, injustamente olvidadas. Abrir los ojos y
ver ese mundo que vivisteis de pura efervescencia artística. Ese, que dieron en
llamar Generación del 27, y del que vosotras fuisteis expulsadas por la memoria
de los que escriben la historia.
Pero
la historia está para rescribirse: Maruja Mallo (1902-1995) fue una pintora
surrealista de la Generación del 27. Gallega de nacimiento, tomó clases de
dibujo en Asturias y después se trasladó a Madrid. En la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando se formó y trabó amistad con la bohemia madrileña.
Era famosa por su irreverencia. Ganó un concurso de cagamentos en una taberna,
entró a una iglesia en bicicleta, se atrevió a quitarse el sombrero, junto
Lorca, Dali y Margarita Manso. Los apedrearon e insultaron por ello a su paso
por la Puerta del Sol.
Pertenecía
a esa vanguardia de artistas que eclosionó en Madrid a principios del s.XX.
Ortega la apadrinó con la primera exposición que tuvo lugar en edificio de la
Revista de occidente. Fue novia de Alberti y de Miguel Hernández, con los que
colaboró en proyectos artísticos. Ganó una beca para París. Allí, se codeó con
los surrealistas: Marx Ernst, Joan Miró, Chirico… convirtiéndose en uno de
ellos. Incluso Bretón le compró un cuadro: Los espantapájaros.
Después volvió a España, colaboró con la
república dando clase y en misiones pedagógicas. La Guerra civil la pilló en su
Galicia natal y pudo huir por Portugal, donde la esperaba Gabriela Mistral que
la ayudaría a establecerse en Argentina. Rápidamente, alcanzó la fama y tuvo una
etapa de creación constante con sus naturalezas muertas-vivas geométricas o sus
famosas máscaras. Expuso en Nueva York, donde vivió una temporada. Fue pionera
del pop art con sus retratos de mujeres.
Maruja
Mallo, una mujer vanguardia de una
España que ya no existía, que desaparecía, mientras el arte se enterraba en las
polvorientas tardes de la posguerra franquista. Ya vieja, quiso volver. Tenía
miedo a la represión, pero se encontró una madre patria que la había olvidado.
Entonces se convirtió en un extraño personaje, en una caricatura daliniana de
lo que fue, como un extraterrestre puesto en Madrid, Maruja Mallo aterrizó en la
movida Madrileña. Y siguió hablando y pintando hasta su muerte en una
residencia para ancianos.
El
documental Las sin sombrero reivindica la figura de Maruja Mallo y el resto
de mujeres (María Teresa León, Concha
Méndez, Ernestina de Champourcín, Margarita Gil Röesset, María Zambrano,
Ángeles Santos, Josefina de la Torre o Remedios Varó) que como ella,
pertenecieron a la generación del 27 y fueron injustamente olvidadas por los
libros de texto.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-sin-sombrero/3318136/
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